Esta historia fue publicada en cooperación con The Assembly y The Guardian, con soporte financiero del Fund for Investigative Journalism.
En enero del 2022, un republicano viajó a Virginia para asistir a una conferencia sobre la “integridad electoral”.
Se trataba de Jim Womack, el presidente del partido republicano del condado rural de Lee en el centro de Carolina del Norte.
Womack viajó durante una tormenta de invierno para ir a esa conferencia, que ocurrió casi un año después de que miles de personas atacaran el Capitolio en Washington, D.C. durante una insurrección el 6 de enero del 2021.
El objetivo de este evento era instruir a las personas cómo desafiar legalmente la legitimidad de los resultados de las elecciones.
Pero el evento también buscaba darle legitimidad a una misión basada en la mentira de que las elecciones del 2020 en los Estados Unidos fueron fraudulentas.
“El mensaje principal fue que tenemos problemas con nuestras elecciones en todo el país”, dijo Womack. “Y no son los mismos problemas en todos los estados, ni siquiera en todas las jurisdicciones dentro del estado”.
Womack y los asistentes de otros siete estados fueron reunidos por Cleta Mitchell, una abogada conservadora de Oklahoma que se registró como votante en el municipio de Southern Pines en Carolina del Norte.
La abogada formó parte del equipo legal de Donald Trump mientras él intentaba derrocar las elecciones del 2020.
La conferencia procuraba iniciar una nueva estrategia nacional para monitorear elecciones a nivel estatal y local, dijo Womack. Él ahora dirige el Equipo de Integridad Electoral de Carolina del Norte (NCEIT, por sus siglas en inglés.)
Hasta ahora, los esfuerzos del grupo han incluido varias cosas para estar en contra del sistema electoral.
El NCEIT organiza oposición pública a las recomendaciones de funcionarios a cargo de las elecciones. Luego presionan a los legisladores y al vicegobernador para que bloqueen esas recomendaciones.
Las otras actividades del grupo incluyen presentar solicitudes de registros públicos sobre las elecciones de 2020 y capacitar a observadores de elecciones.
El grupo busca crear un sistema para reportar internamente los problemas electorales percibidos que luego usarán para presentar protestas electorales, quejarse de la legitimidad de ciertos votantes y presentar remisiones a los fiscales.
“No somos teóricos de conspiraciones, y no estamos sugiriendo que la elección fue robada o que hubo una parte particular de integridad electoral que esté sujeto al fraude electoral generalizado en todo el país”, dijo Womack.
Pero queda claro que Carolina del Norte es solo una parte de este movimiento nacional.
Aproximadamente el 70% de los republicanos registrados creen que existe un fraude electoral generalizado, a pesar de que no hay pruebas que respalden la afirmación, según varias encuestas de opinión pública este año.
Los “estados indecisos” (conocidos como “swing states” en inglés) son los que oscilan entre candidatos demócratas y republicanos. Se trata de Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin, cada uno de los cuales tuvo representantes en la conferencia de enero.
Estos estados ahora tienen grupos de “integridad electoral” en todo el estado, según Womack.
Organizaciones en varios otros estados, incluidos Colorado, Illinois, Minnesota, Nevada y Nuevo México, se han unido al proyecto.
Los llamados esfuerzos de "integridad electoral" están arraigados en la era posterior a la Reconstrucción (la época después de la guerra civil estadounidense).
En esa época, los segregacionistas pretendían oponerse a los gobiernos del Sur estadounidense que estaban integrados racialmente. Procuraban lograr eso al poner en duda la legitimidad de los votos de la gente afroamericana, dijo Francesca Tripodi, socióloga de la Universidad de Carolina del Norte, que estudia cómo se manipula la información con fines políticos.
Aunque las tácticas de estos grupos conservadores son antiguas, los recursos que invierten en sus esfuerzos son nuevos, señaló Matt Masterson, el ex-comisionado federal de asistencia electoral y jefe de seguridad electoral en el Departamento de Seguridad Nacional.
“Hay bastante energía y dinero en el fondo de estos tipos de esfuerzos, para lograr el objetivo de que estas personas desafíen o interrumpan el proceso electoral”, dijo Masterson.
La abogada Cleta Mitchell dirige la Red de Integridad Electoral del Conservative Partnership Institute, una organización conservadora en la cual el exjefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, también es un socio principal.
Como asesora legal de Trump, Mitchell estuvo en la infame llamada telefónica en la cual el expresidente le pidió al principal funcionario electoral de Georgia que “encontrara” suficientes votos para que gane Trump la elección.
La abogada repitió las teorías desacreditadas sobre los presuntos votos ilegales, que fueron rechazadas por el secretario de estado de Georgia, Brad Raffensburger, y el abogado general de su oficina, Ryan Germany.
Por su relación con el esfuerzo para anular las elecciones del 2020, Mitchell fue citada por el fiscal del condado de Fulton en Georgia para que testificara en un juicio.
Más allá de eso, el comité del 6 de enero de la Cámara de Representantes ha citado sus registros telefónicos y de comunicación en sus investigaciones de los culpables por la insurrección.
Aun así, Mitchell sigue en su afán por la misión de “integridad electoral'' a través de agentes como Womack.
“Yo señalo a Carolina del Norte y les digo a todos: 'Sean como Carolina del Norte. Sean como Jim Womack'”, dijo Mitchell en su podcast.
Womack presenta al grupo NCEIT como un esfuerzo no partidista. Pero sus miembros son casi todos conservadores y varios son líderes del partido republicano de varios condados.
Womack explicó que él se junta con Hans von Spakovsky, un abogado del grupo de expertos conservador Heritage Foundation y con J. Christian Adams, el fundador y abogado principal del grupo legal conservador Public Interest Legal Foundation.
Ambos señores tienen una larga historia de activismo derechista y ambos sirvieron en la comisión de integridad electoral de Trump.
Womack consulta con ellos sobre el tema de "limpiar" las listas de votantes.
Josh Findlay, director nacional de integridad electoral de la Convención Nacional Republicana (RNC), asistió a la cumbre de lanzamiento del NCEIT en asociación con el Conservative Partnership Institute el 11 de junio en la cuidad de Raleigh.
Un documento en el sitio de NCEIT enumera al abogado de la RNC, Kevin Cline, como "asesor legal" del equipo de mantenimiento de las listas de votantes.
Dave Warren, director de integridad electoral de Carolina del Norte de la RNC, asistió a varias llamadas del NCEIT y brindó actualizaciones sobre las acciones más recientes de la RNC y del partido republicano estatal.
“Los esfuerzos de la RNC son independientes de cualquier organización externa”, dijo Emma Vaughn, la vocera de la RNC en respuesta a preguntas para este artículo.
Sin embargo, Womack dice que los miembros de la RNC asisten a cumbres y participan en llamadas telefónicas semanales.
“Los representantes de la RNC me envían mensajes casi a diario y colaboraremos varias veces al día durante el período de votación”, escribió en un correo electrónico.
Womack dijo era reacio al ser pedido por Mitchell por primera vez que dirigiera el esfuerzo del NCEIT en Carolina del Norte. Le dijo a Mitchell que se comprometería a iniciar una organización estatal si podía generar entusiasmo en una reunión de febrero de este año en Winston-Salem. Asistieron 100 personas a esa reunión.
Womack, que ve su trabajo como un “propósito y una causa noble”, fue comisionado republicano del condado de Lee de 2010 a 2014 y ha sido presidente del partido republicano del condado desde entonces.
También dirige el comité de acción política conocido como la Coalición Conservadora de Carolina del Norte, que apoya a Trump y a candidatos republicanos de la extrema derecha.
Cuando el NCEIT celebró una cumbre conjunta con el Conservative Partnership Institute en Raleigh, se presentaron aproximadamente 300 personas.
Ahora han expandido mucho: tienen 25 “grupos de trabajo activos del condado”, según Womack, y unos 750 miembros de 90 de los 100 condados del estado.
Womack dijo que han capacitado a más de 1,200 observadores electorales a través de sesiones en persona. En línea, el grupo ha "examinado” a más de 150 personas que ahora tienen acceso al sistema de NCEIT que tiene informes de incidentes de integridad electoral en todo el estado.
Estos informes se pueden usar para protestar contra los resultados de las elecciones, presionar a los fiscales para que investiguen las denuncias de conducta ilegal y abogar por cambios legislativos, según Womack.
El grupo tiene mucho terreno por recorrer. En Carolina del Norte, hay 2500 lugares de votación abiertos el día de las elecciones y aproximadamente 500 sitios de votación anticipada. Aunque sus acciones son legales, todavía existe preocupación entre los funcionarios electorales.
“Una acción que es legal aún puede convertirse en una distracción o incluso un acoso (a los votantes)”, dijo Masterson.
Jane Rae Fawcett, la directora de la Junta de Elecciones del Condado de Lee, se encontró con un incidente de este tipo en las elecciones primarias de mayo del 2022.
Un trabajador electoral se quejó de que Womack, actuando como un llamado observador electoral, estaba parado demasiado cerca de la mesa de registración, según un informe de incidente. Fawcett sugirió mantener más espacio entre Womack y el trabajador, y le pidió al trabajador que hablara más fuerte para que no se escuche tanto a Womack.
“No creo que él trabajador pensó que eso era algo que tal vez debería estar sugiriendo, porque no estaba en la ley ", dijo Fawcett. "Pero hay muchas cosas que no están incluidas (específicamente) en la ley".
Los miembros de NCEIT incluyen personas que han existido en la margen conspirativa de la gente detrás de los esfuerzos de integridad electoral en Carolina del Norte por varios años.
Jay DeLancy, un habitante del condado de Lee que se retiró de la Fuerza Aérea y ha sido un defensor de la integridad electoral desde 2011, es el director de operaciones del grupo.
En 2016, los voluntarios de la organización de DeLancy, el Proyecto de Integridad de Votantes (Voter Integrity Project), enviaron cientos de postales a los votantes en los condados de Cumberland y Moore.
Pero cuando muchas fueron devueltas al enviador como imposibles de entregar, su grupo señaló que eso era evidencia de que los votantes ya no estaban en las direcciones. Luego, convenció a las juntas de elecciones locales para eliminarlos de las listas de votantes registrados.
Attendees at NCEIT's Greenville summit, one of nine training and recruiting workshops NCEIT hosted since June, learn about NCEIT's "eight lanes of election integrity," including how to watch elections officials and report back what they find for NCEIT to use in election protests, litigation or pushes for legislative changes. Photo Credit: Mark Darrough
Un juez federal determinó que ese acto violó la ley federal. En 2018, el juez bloqueó la parte de la ley de Carolina del Norte que permite que el estado elimine a los votantes de acuerdo con una queja legal de la elegibilidad de un votante sin seguir el período de espera federal o realizar una investigación individualizada sobre el estados del votante.
Ese fallo significa que los miembros del NCEIT tendrán más dificultades para eliminar a gente de las listas de votantes registrados. Hay requisitos para que demandantes que presenten quejas sobre votos, que también
Otra misión de DeLancy es terminar con el registro de votantes el mismo día que permite a votantes registrarse justo antes de votar. Esto fue aclamado como una victoria de los derechos de voto cuando se adoptó en 2007, lo que permitió que más de 114,000 habitantes de Carolina del Norte emitieran su voto en 2020.
Los votantes deben verificar su identidad y dirección para votar el mismo día; DeLancy dice que el proceso abre la puerta al fraude electoral, a pesar de no tener prueba alguna al respecto.
“¿Hay suficiente fraude para alterar el resultado de las elecciones? Sí”, declaró DeLancy en una entrevista. “¿Puedo probarlo? No, a menos que me des los recursos. No, a menos que me des autoridad para hacerles algunas preguntas difíciles a la gente y ese tipo de cosas. Entonces es difícil de probar, sin que el gobierno tenga el deseo de probarlo. Y este es mi problema.”
El NCEIT también está planteando afirmaciones sin pruebas sobre el Centro de información de registro electrónico (ERIC, por sus siglas en inglés), una organización bipartidista sin fines de lucro que ayuda a los estados a administrar sus listas de votantes.
La Junta de Elecciones del estado de Carolina del Norte está tratando de unirse al centro, pero el presidente republicano del condado de Harnett, Jesse Burger, reclamó en una llamada telefónica del grupo el 2 de agosto que ERIC es un instrumento para los demócratas.
“Lo que yo entiendo de ERIC es que el nivel de sofisticación que tiene va hasta el punto de identificar lo que te gusta, cuál es tu rango de edad y todas estas otras cosas, y dentro de las 24 horas, hay una persona de ese mismo grupo demográfico que aparece en la puerta de su casa para convencerlos de que voten por los demócratas”, dijo Burger a los asistentes. Womack y DeLancy apoyaron esta teoría de la conspiración en la misma llamada.
Sin embargo, ERIC no comparte sus datos con los partidos políticos para promover el voto. Más bien, proporciona un “Informe de Elegibilidad pero No Registrado” y requiere que los estados se comuniquen con al menos el 95% de dichos posibles votantes con información sobre cómo registrarse para votar.
Esto es realizado por la agencia estatal y no un partido político. No se dirige a votantes de ningún origen socioeconómico, político o racial.
DeLancy describió el requisito de ERIC de contactar a los votantes elegibles no registrados como influir en votantes que reciben poca información a través de recursos estatales.
Womack dijo que ERIC apuntaba a “personas de bajos ingresos, dependientes del gobierno en su mayoría que están predispuestas a votar a la izquierda”.
El republicano también dijo por correo electrónico que “a menudo se expresan preguntas y comentarios no validados” en sus llamadas semanales. “Cuando se pronuncien como 'hechos', intercedemos”, dijo.
Corinne Duncan lidia con decenas de obstáculos logísticos como directora de elecciones del condado de Buncombe. Desde las elecciones de 2020, su lista de tareas solamente ha crecido.
“Las solicitudes de registros públicos han aumentado drásticamente. Quiero decir que recibo una solicitud al menos todos los días”, dijo. “Y recibimos muchas [solicitudes] que son de estos esfuerzos coordinados. Son automatizados”.
Las autoridades dicen que han visto surgir un patrón en los últimos meses. Los participantes envían cartas a las juntas electorales locales, incluidas las demandas de conservar los registros para las elecciones de 2020 más allá de los 22 meses que exige la ley federal.
Ellos exigen que se conserven registros que la ley estatal no permite que las juntas divulguen, como boletas antiguas o "registros de votos emitidos", que vienen siendo representaciones de selecciones de votos que cuenta una máquina de votación.
Womack y otros miembros del NCEIT enviaron algunas de esas cartas.
Karen Brinson-Bell, directora de la Junta de Elecciones de Carolina del Norte, comparó las solicitudes de registros masivos con un ataque de denegación de servicio. Esta especie de ataque se trata de cuando los programas de computadora envían una cantidad abrumadora de tráfico falso a los sitios web para descomponerlos y cerrarlos para sus usuarios.
Pat Gannon, vocero de la Junta estatal de Elecciones, dijo que cuanto más tiempo pasa el personal electoral tratando de responder a estas solicitudes, menos capaces son de prepararse para las próximas elecciones.
Masterson, con experiencia en organizar elecciones desde el 2006, dijo que nunca había visto un esfuerzo de intervención tan organizado y bien respaldado como éste.
Inundar los sitios de votación con observadores puede tensar el sistema, una estrategia extraída de un libro de tácticas del grupo Elecciones Justas de Virginia, que fue desarrollado por la abogada Mitchell y el Conservative Partnership Institute en 2021 para las elecciones de gobernador del estado de Virginia.
Scott Konopasek, ex registrador de elecciones del condado de Fairfax, Virginia, dijo que los miembros de Elecciones Justas de Virginia presionaron a su oficina y a su personal. Ha advertido públicamente sobre los impactos del llamado "Modelo Virginia" desde entonces, incluso en un testimonio ante el Comité Judicial del Senado.
“Llevaban el comportamiento aceptable hasta el límite en términos de civilidad y preguntas, lo que hizo a mi personal sentirse nervioso, incómodo y amenazado”, dijo Konopasek.
Karen Hebb, directora de elecciones del condado de Henderson, dijo que los 35 recintos electorales del condado tuvieron un "gran aumento" en estos tipos de observadores electorales en 2022.
"Pidieron acceso a nuestro equipo de votación", dijo. “Pidieron estar presentes cuando hicimos cosas en la oficina que nunca antes les habíamos pedido. Nos dijeron que estaban buscando un fraude. Seguimos insistiendo en que no hay nada que encontrar aquí”.
La directora de la Junta de Elecciones del condado de Brunswick, Sara LaVere, también informó un aumento en el interés por la observación de los centros de votación por estos grupos.
LaVere y su personal tuvieron que dedicar más tiempo a capacitar a los funcionarios de la comisaría sobre lo que los observadores pueden y no pueden hacer.
La Junta estatal de Elecciones aprobó reglas temporales en agosto por unanimidad, que actualizan la guía sobre el comportamiento aceptable para los trabajadores electorales y los observadores electorales partidista. La actualización tiene el fin de “garantizar que la votación se lleve a cabo de manera ordenada este otoño y que ningún votante experimente intimidación”, declaró el presidente Damon Circosta de la junta.
Pero Womack presentó comentarios a la junta en nombre de NCEIT, expresando la oposición de la organización.
Luego, las reglas necesitaban la aprobación de la Comisión de Revisión de Reglas, un panel de 10 miembros que los líderes legislativos republicanos nominaron y fueron aprobados por los legisladores.
Mitchell, la abogada republicana, unió a los miembros del NCEIT para declarar su oposición durante los comentarios públicos en la reunión de la comisión que revisa las reglas.
La RNC y el partido republicano estatal también se opusieron a los cambios de reglas. La comisión rechazó los cambios de reglas y la Junta estatal de Elecciones se negó a apelar la decisión.
Womack dijo que él y su grupo ahora se están preparando para las próximas elecciones.
El grupo creará una "lista de votantes sospechosos" de cualquier persona que crean que sospechen estar doblemente registrada o que en realidad no es ciudadano estadounidense, y pide a los miembros de todos los condados que la usen para desafiar a los votantes a la vista.
Estas tácticas de desafío podrían obligar a varios votantes a emitir votos provisionales (se emite este tipo de votación si existe alguna duda acerca de su elegibilidad para votar.)
Esto dejaría que las juntas electorales de condados decidan si cada uno de esos votantes pueden emitir su voto o no.
La ley estatal prohíbe que cualquier persona, incluidos los observadores electorales, conscientemente realice una declaración jurada falsa o afirme información falsa en una demanda contra la elegibilidad de un votante
La práctica de informar discrepancias o problemas potenciales es común para los partidos políticos. Pero es nuevo que lo hagan los grupos que supuestamente son no partidistas.
Estos esfuerzos, sin embargo, crean más desconfianza en el proceso electoral. También les da ideas a los legisladores que los ayuda a que aprueben leyes electorales más restrictivas.
Por ejemplo, después de que Trump generara temores de fraude a través de la votación por correo en 2020, por ejemplo, los republicanos de Carolina del Norte acortaron la fecha de devolución de la boleta (que el gobernador Roy Cooper vetó).
Otro ejemplo es que cuando grupos derechistas protestaron en contra de que los condados usen fondos de organizaciones sin fines de lucro como el Centro para la Tecnología y la Vida Cívica (CTCL) y el Centro para la Innovación e Investigación Electoral (CEIR) para ayudar a realizar elecciones durante la pandemia, los legisladores estatales aprobaron una ley impidiendo su uso.
Curiosamente, estos grupos no se opusieron a que los condados reciban fondos del Instituto Schwarzenegger, una organización conservadora.
Cooper también vetó esa ley.
Desde 2013, los republicanos de Carolina del Norte han afirmado que la identificación de votantes con foto es necesaria para combatir el fraude electoral generalizado, solo para que sus intentos sean bloqueados en los tribunales estatales.
Aunque los tribunales han bloqueado algunos intentos de intervenir en las elecciones de Carolina del Norte, el grupo de Womack está ampliando sus esfuerzos solo unas semanas antes de las elecciones de medio término en los Estados Unidos el 8 de noviembre.
En sus juntas telefónicas semanales, el NCEIT ha discutido el uso de “jaulas de votantes”. Es el método sumamente inexacto de usar un correo devuelto que no se pudo entregar a un domicilio como evidencia de que un votante no viven en las direcciones que figuran en la lista. También cuentan con el uso de sondeos puerta a puerta de "votantes y direcciones donde aparentemente puede haber ocurrido una votación inapropiada” para impugnar las listas de votantes, según su sitio web.
Las páginas de discusión en el sitio web del NCEIT, realizadas en una sección exclusiva para sus miembros, hacen afirmaciones falsas de que algunos condados tienen más votantes registrados que votantes elegibles, o que el sistema de registro estatal no verifica si hay registraciones duplicadas.
Varias denuncias se derivan de que el grupo identificó errores de ingreso de datos en las listas de registro de votantes. Por ejemplo, cuando la fecha de nacimiento de una persona se ingresa en el campo del nombre por accidente en una solicitud.
La Junta de Elecciones estatal verificó más de una docena de afirmaciones del NCEIT, y consideró que muchas de ellas eran parcial o totalmente falsas.
Gannon, el vocero de la Junta de Elecciones, dijo que la afirmación es falsa y “se basa en una teoría de la conspiración de que los trabajadores electorales del condado son personas deshonestas que de alguna manera intentan defraudar a los votantes. Esto es ofensivo, y esta afirmación no tiene sentido,” en respuesta a una afirmación sobre cómo los funcionarios electorales manipulan las auditorías posteriores a las elecciones.
Hay un momento de oportunidad único dado que la primera mitad de los directores electorales de los condados de Carolina del Norte han renunciado o se han jubilado desde enero de 2019, según los activistas de “integridad electoral”.
“Hay vacantes de nivel básico en nuestra organización para que personas como ustedes entren y consigan un trabajo”, dijo DeLancy a los miembros del NCEIT en una llamada de principios de agosto. “Tenemos que tomar el control de esto. No es algo que se puede lograr de la noche a la mañana”.
El autor Jordan Wilkie reporta sobre tecnología y administración electoral, más recientemente para Carolina Public Press. Cursó la maestría en periodismo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
La autora Laura Lee es editora y ex abogada que ha trabajado para NPR, WUNC y Carolina Public Press. Laura cursó su maestría en periodismo de la Universidad de Maryland y su licenciatura en ciencias políticas y JD de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
El periodista independiente Mark Darrough y la periodista Maydha Devarajan del Chatham News + Record contribuyeron con este artículo.
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